Eurostat ha presentado los resultados del primer seguimiento estadístico específico de la cantidad de desperdicio alimentario en la Unión Europea por sector de actividad (según la clasificación NACE rev. 2) y por hogares para el año 2020. En los datos ofrecidos, se han excluido las pérdidas de alimentos (alimentos no cosechados o no autorizados para su comercialización por razones de seguridad).

Según las cifras publicadas, en 2020, el primer año de la pandemia COVID-19, se generaron en la UE unos 127 kg de desperdicio alimentario por habitante. Los hogares generaron el 55 % de del desperdicio de alimentos, con 70 kg por habitante. El 45% restante fueron residuos generados en el resto de la cadena de suministro de alimentos.

El desperdicio de alimentos en los hogares es casi el doble de la cantidad procedentes de los sectores de la producción primaria y la fabricación de productos alimentarios y bebidas (14 kg y 23 kg por habitante; 11 % y 18 %, respectivamente), sectores en los que existen estrategias para reducir el desperdicio de alimentos, por ejemplo, el uso como subproducto revalorizado de las partes de los alimentos no utilizados inicialmente. Los restaurantes y los servicios de alimentación representaron 12 kg de desperdicio alimentario por persona (9 %), mientras que el comercio minorista y otros tipos de distribución de alimentos fue el sector con menos desperdicio (9 kg; 7 %). Es necesario destacar sin embargo, según señala la nota de prensa de Eurostat, que se está analizando el impacto de los cierres de COVID-19 en estos dos sectores.

Cabe señalar, que en julio del 2022, el Gobierno Vasco y Elika Fundazioa presentaban los datos referentes al desperdicio alimentario en la Cadena de Valor de alimentos de Euskadi